sábado, 21 de mayo de 2011

DOXOLOGÍA

La palabra doxología –del griego doxa (gloria) y logos (palabra) es una palabra de gloria, de alabanza y bendición, por lo general trinitaria que suele usarse como remate de una oración o himno.
En la Eucaristía la doxología principal es con la que concluye la Plegaria eucarística: “Por Cristo, con Él y en Él a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del espíritu santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos”, respondiendo el pueblo con un AMEN. Si hay concelebrantes también lo recitan junto con el presidente, no así los demás ministros ni el pueblo.

La otra gran doxología que hay en la Misa es el himno del Gloria, en los ritos iniciales.
Con la palabra «gloria» comienzan dos de las doxologías de alabanza más clásicas para los cristianos: en la misa el himno «Gloria a Dios en el cielo», y en la oración en general, y en la salmodia en particular, el «Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo».

EPICLESI

Il secondo momento della preghiera eucaristica è l’epiclesi, un termine greco, con cui si indica l’invocazione a Dio Padre per il dono dello Spirito  prima sui doni presentati dalla comunità e poi sulla stessa comunità riunita in preghiera. L’epiclesi testimonia l’atteggiamento  orante della Chiesa che sa di essere povera di fronte a Dio e al mondo, tutto quello che la Chiesa riceve da Dio e distribuisce all’uomo è dono.  La Chiesa, quindi, sta davanti a Dio per intercedere in favore di ogni uomo e presenta al Padre la sua stessa vita, il pane e il vino, affinché divenga strumento di salvezza, il corpo e il sangue di Cristo, per tutta l’umanità.

sábado, 14 de mayo de 2011

EL TETRAMORFO


El tetramorfo es uno de los símbolos más representados en el arte cristiano durante todas las épocas. Su significado es amplio y profundo, y va más allá de la tradición cristiana. En el Antiguo Testamento aparece con la visión del profeta Ezequiel:

En medio del fuego, vi la figura de cuatro seres vivientes, que por su aspecto parecían hombres. Cada uno tenía cuatro rostros y cuatro alas. Sus piernas eran rectas; sus pies, como pezuñas de ternero, y resplandecían con el fulgor del bronce bruñido. Por debajo de sus alas, aparecían unas manos de hombre, sobre los cuatro costados; los cuatro seres tenían rostros y alas. Sus alas se tocaban unas a las otras, y ellos no se volvían cuando avanzaban: cada uno iba derecho hacia adelante. En cuanto a la forma de sus rostros, los cuatro tenían un rostro de hombre, un rostro de león a la derecha, un rostro de toro a la izquierda, y un rostro de águila. Sus alas estaban extendidas hacia lo alto: cada uno tenía dos alas que se tocaban entre sí y otras dos que les cubrían el cuerpo. Ellos avanzaban de frente: iban adonde los impulsaba el espíritu, y no se volvían al avanzar. Entre los seres vivientes había un fuego como de brasas incandescentes, como de antorchas, que se agitaba en medio de ellos; el fuego resplandecía, y de él salían rayos. Los seres vivientes iban y venían, y parecían relámpagos (Ez 1,5-14).

miércoles, 4 de mayo de 2011

VIGILIA PASCUAL


El momento de la Vigilia Pascual.
Durante los primeros seis o siete siglos, la celebración duraba toda la noche: antorchas eran llevados en la noche como en una nube de fuego, se oían los himnos y cánticos espirituales por las calles y en las iglesias; en la celebración, se leían muchas lecturas, se cantaba, se bautizaba, el centro de todo era la Eucaristía y con ella se rompía el ayuno y con la comida final se participaba en el gozo de todos.
Esta Vigilia se inicia con la bendición el nuevo fuego, la iluminación de lámparas y velas y del Cirio pascua; ceremonias que perdieron gran parte de su simbolismo al ser anticipadas y adelantadas del crepúsculo a la plena luz del día a partir del siglo VIII.

domingo, 1 de mayo de 2011

MÚSICA, DON DE DIOS

Entre los muchos y grandes dones naturales con que Dios, en quien se halla la armonía de la perfecta concordia y la suma coherencia, ha enriquecido al hombre creado a su imagen y semejanza, se debe contar la música, la cual, como las demás artes liberales, se refiere al gozo espiritual y al descanso del alma. De ella dijo con razón San Agustín: La música, es decir, la ciencia y el arte de modular rectamente, para recuerdo de cosas grandes, ha sido concedida también por la liberalidad de Dios a los mortales dotados de alma racional.