sábado, 17 de marzo de 2012

MISTERIO DE LA FE

La Eucaristía, en cuanto misterio de fe, compromete cotidianamente, probablemente más que otros misterios, la fe personal y eclesial. De hecho, cada día nos encontramos con este misterio en la celebración eucarística, como sacerdotes y como simples cristianos; a diferencia de otros sacramentos, que se reciben de una vez para siempre (bautismo, confirmación, orden sacerdotal), o de tanto en tanto, como la penitencia, o de otras verdades de fe, que quedan lejanas de nuestra consideración inmediata, la Eucaristía exige de nosotros, por el contrario, un acto de fe cotidiano y renovado.